sábado, 31 de octubre de 2015

HABEMUS SUSPIRIA

Hace una semana la sangre se derramaba por los costados de aquel cuerpo todavía vivo de un pobre desgraciado. La última película de Eli Roth, que para mí fue el primer visionado de una de sus ficciones, me entretuvo un rato con sus intentos de asquear y hacer reír al espectador sin que el resultado final lograra convencerme. Si la intención era hacer algo tosco y de acabado casposo para que la gente se tomara a broma la película en sí, el director lo ha conseguido. Miedo me da ver alguna de sus obras más conocidas (se supone que "Hostel").
Todo eso y más acontecía por mi mente en el sofá del salón de Fer Zaragoza, del que fui anfitrión durante un fin de semana con motivo de mi visita a Alicante para asistir al Suspiria Festival.
Un año antes había asistido a su segunda edición, viviendo dos días de verdadero disfrute con amigos de redes sociales, viéndolos por primera vez en persona y conociendo a mucha más gente.
Esta vez contaba con tener más confianza y amistad con ellos, con haber conocido a gente cercana al festival durante otros eventos (cabe mencionar el CinemaJove de este mismo año) y con conocer a tres de los directores que este año presentaban corto (Fer entre ellos).
El viaje en autobús se pasó rápido (unas tres horas y media) gracias a que mi experiencia comparaba el trayecto con el que realicé a Almería (unas cinco horas) tan solo dos meses atrás.
Al llegar a Alicante me encontré con algo no menos reconocible en Valencia: frío. Odioso frío de octubre. Sin embargo es un frío entrañable (léase "Cuando Sergio viajó a Alicante para el segundo Suspiria Fest sin nigún tipo de ropa de abrigo"). Entrañable porque es octubre, porque octubre siempre es un mes entrañable. Que tristemente ya ha pasado. Hoy, mientras escribo esto, estamos a 31 de octubre. Menos mal que esta vez sí cogí ropa de abrigo.
Retomemos la historia (real) sobre mi viaje al Suspiria la noche del 23 de octubre. Llegué a la estación de Alicante, donde la encantadora voz de Jorge (la voz masculina electrónica conocida por Loquendo) nos daba la bienvenida.
Fer tardó un poco en llegar, tenía que coger un bus desde San Vicente, ya que aquella tarde había tenido lugar en el auditorio la inauguración del festival, sección de cortos amateur incluida.
En su casa (aquí hay una elipsis temporal de una media hora andando hasta su casa, atravesando media Alicante) vimos esa película que he mencionado antes, ésa con la que me reí un poco pero que prefiero no volver a mencionar más.
Al día siguiente (esto queda muy de cuento, pero la realidad es que apenas dormimos cinco horas y al despertar estaba muerto de sueño) emprendimos la marcha hacia San Vicente del Raspeig para dar comienzo al ansiado día. En el tranvía (en Alicante los llaman "trams", son así de cools) nos encontramos con Jesús Chorro. Mítico Jesús. Todo el mundo le conoce allí.
Una vez en el auditorio de San Vicente, habiendo saludado a Javier y Lorena (sin ellos el festival no existiría, y tampoco la felicidad de mucha gente, me incluyo en "gente") y logrado acomodarnos en las butacas (quien haya estado allí entenderá el doble sentido de "logrado acomodarnos"), empezó la jornada de cine.
Antes que nada, cabe mencionar el saludo especial del director de "Fright night" y "Child´s play", Tom Holland, que podéis ver aquí:


Empieza todo con un documental sobre el cineasta español y valenciano Juan Piquer Simón.
Dos presentaciones de libros. "¿A quién vas a llamar?", de Octavio López sobre los cazafantasmas, y "Lucio Fulci. Autopsia de un cineasta" de Javier Pueyo (otro al que me alegré de ver y saludar).
Tras una cancerígena y rápida pero agradable comida con gente muy maja (En la foto de abajo podéis ver el reencuentro con Jordi Iniesta, otro grande), procedimos a presenciar la MARATÓN de cortos del festival.


De la maratón voy a hablar poco porque se proyectaron muchos cortos y no tengo ganas de hablar de la mayoría, lo cual no quiere decir que sean malos.
La cosa consistía en: Una sección, descanso de (según la inigualable fantasía esotérica del presentador Sandro Macía) cinco minutos, y después una nueva sección. Y así en bucle for de 0 a n-1 secciones (permitidme este chiste de ingeniero).
Las secciones tuvieron buenos cortos, cortos mucho más serios que la pasada edición. No voy a comentar todos, pero mencionaré unos cuantos. Básicamente de la gente que conozco.
"El teléfono de mamá" marca el inicio de la carrera semiprofesional/profesional de Fer Zaragoza. Estoy contento de que lo presentara porque es un corto sencillo pero potente, un inicio discreto. Pero como privilegiado de información que soy respecto a Fer, os aseguro que su segunda obra será más potente, más sangrienta y (espero) de mayor duración.
"Hada", de Tony Morales. Tony vino el año pasado con "Ku", un corto que se mostró como el único corto de estilo screamer en la pasada edición del festival. Este año ha sucedido igual. "Hada" es la película de terror de estilo "Paranormal Activity" o "Insidious" de este año. Estoy seguro de que tendrá buen paso por festivales.
"Three wise monkeys" de Miquel Ángel Font. A este director le conocí en CinemaJove, y ya había visto previamente su "Sinnside". Su corto sobre los tres monos sabios presenta una idea tan simple y tan retorcida que me resultó hermosamente horrible. Bien dirigido, interpretado, ideado...
Finalmente, la entrega de premios. Lo resumo para quien pueda interesarle:


MEJOR CORTO AMATEUR - HERENCIA


MEJOR CORTO INTERNACIONAL - RED THUNDER


MEJOR CORTO ALICANTE TERRORÍFICA - LA CAJA DE LA FELICIDAD


MEJOR CORTO FANTÁSTICO - DOMINGO EL AMANECEDOR


MEJOR GUIÓN - HADA/LAST MEMORY


MEJORES FX - THREE WISE MONKEYS


PREMIO DEL PUBLICO - A OSCURAS


MEJOR CORTO DE TERROR - YAYOS


La entrega de premios siempre es un proceso curioso en el que la gente más o menos sabe lo que le espera pero siempre hay sorpresas. Esta vez también las hubo, sin duda. Prefiero no manifestar mi opinión sobre los resultados, creo que hay premios muy merecidos.

Finalmente logramos ponernos a cubierto (esto tiene más sentido si explico que en cuanto terminaron de entregar los premios y hacer la foto del público salimos fuera a tomarnos algo por ahí como recompensa por aumentar nuestro dolor cervical) y servirnos unos refrescos antes de la cena.


Tras una (de nuevo) cancerígena cena...a ver, esto es ir muy deprisa. Pero todos tenéis "cenas". De esas que duran dos horas y te da tiempo a hablar de todo. TODO. Así fue esa cena. No hay fotos, pero podéis imaginarlo. 
Tras la cena no sucedió como el año pasado (fiesta en el baresito, fiesta en el baresito, bebida y fiesta, música y música, disfraces, curas travestis, sueño ya cuando las cinco...). Esta vez la opción fue más relajada, más de gente que es un año mayor. Un pequeño disfrute nocturno de la zona más céntrica del pueblo, charlando sobre cine, algo maravilloso que nos llevó a todos a estar allí juntos aquel día.
Supuso un encuentro de cine y de gente. Muy contento de volver a verlos a todos. Se me pasarán varios, pero en general fue genial volver a ver al TopCineXtreme (Fer, Jordi, Jesús, Jesús Vidal...), a Javi y Lorena, a Emilio Sanchís (gracias como siempre por todo), a Isaac Sánchez, incansable bloguero que allí donde hay un festival de cine él va, a Javier Pueyo, que cada año tiene nuevo proyecto y avanza incansable en este mundo de locura, lo mismo con Tony Morales, con el que tanto nos reímos el año pasado (este año la situación no era la misma sin ese encuentro mítico en los servicios...él lo entiende), con el resto de miembros del Suspiria y asistentes habituales. 
La despedida y el regreso fueron lentos y tristes, pero necesarios. Ahora no importa que acabara, lo principal es que el año que viene disfrutaremos de una edición más del Suspiria Fest. Ahora solo cuenta mirar el calendario cada pocas semanas, pensando: "cada vez queda menos, cada vez queda menos...".

Adjunto imagen del cura travesti del año pasado. Un hombre mítico.


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